IRIB- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro ha iniciado su viaje a China y Vietnam.
Debido a la caída de los precios del petróleo y el desplome en el crecimiento económico de Venezuela, los ingresos en divisas de dicho país ha disminuido a su nivel más bajo en los últimos seis años.
A pesar de este panorama difícil, que incluye también, la recesión económica, la inflación más alta en el continente de América, y la escasez de productos de primera necesidad, Maduro aseguró al pueblo venezolano que no reducirá el gasto social.
En este sentido, China al ofrecer un préstamo de 5 mil millones de dólares, se ha convertido en el principal proveedor financiero de Venezuela en la última década. Con el fin de salvar a Venezuela de su mala situación financiera, el presidente bolivariano realizó el pasado enero un viaje a China para obtener su apoyo al respecto, pero actualmente el mismo gigante asiático se encuentra en una situación difícil.
China experimenta ahora una caída en su crecimiento económico y producción industrial. Por otra parte, el valor del mercado de valores de China ha caído un 30 por ciento, dichos factores han obligado a Pekín a tener más cautela a la hora de brindar ayudas financieras a otros países.
Sin embargo, el ingreso en América Latina como una región de oportunidades económicas, es de gran importancia para China. En este sentido, teniendo en cuenta las vastas reservas petroleras de Venezuela, la exploración, producción y la compra de petróleo será una de las áreas de cooperación entre Caracas y Pekín.
Al mismo tiempo, debido a las necesidades militares de los venezolanos, los chinos ven al país latinoamericano como un mercado potencial. En este sentido, China como potencia económica emergente, intenta expandir su mercado armamentístico hasta Latinoamérica, que tiene alto potencial para comprar diferentes tipos de armas.
Dicha decisión ha sido bien recibida por Venezuela, de modo que Maduro anunció en julio de 2015 sus planes de aumentar su poder militar al comprar nuevas armas fabricadas en Rusia y China.
Después de China, Maduro viajará a Vietnam, uno de los países que durante los últimos años ha iniciado colaboraciones petroleras con Venezuela. Estos dos países, actualmente, son socios en el campo petrolero de Orinoco, sin embargo, algunas dificultades administrativas y financieras, ha puesto en riesgo esta cooperación.
Fuentes vietnamitas anunciaron en marzo de 2015, que la empresa nacional «Petro Vietnam» tiene previsto abandonar el proyecto, debido al estricto control de conversión de moneda que dificulta las operaciones de dicha compañía.
Tal parece que Maduro, durante su visita a Vietnam tiene como objetivo convencer a los vietnamitas, a continuar con sus actividades petroleras en Venezuela, ya que en las situaciones actuales, la salida de Vietnam se considera una mala noticia para el Gobierno izquierdista de Venezuela.