La crisis de Yemen ha destacado más que nunca la unidad oculta entre Arabia Saudí e Israel, la cual ahora se conoce como “unidad funesta”.
Al referirse al gran número de pilotos saudíes muertos en los ataques con misiles del Ejército y de las fuerzas populares yemeníes, fuentes bien informadas han denunciado que ahora Riad utiliza a pilotos israelíes en sus ataques aéreos a Yemen.
No cabe de duda que Israel es un régimen falso en Oriente Medio. En las primeras décadas de su fundación, los países islámicos insistían en no reconocerlo. Estrategia que aún existe en las declaradas políticas de la mayoría de ellos.
Sólo hay un pequeño número de Estados islámicos como Catar que han mantenido relaciones diplomáticas y económicas con Israel en algunas coyunturas y de forma abierta y oficial, a la vez que también autoridades israelíes han viajado a Doha de vez en cuando.
En este contexto, algunos de los países árabes, incluida Arabia Saudí, pese a su declarada política de no reconocer a Israel, en la práctica han tenido relaciones secretas con Tel Aviv, de las cuales se han aprovechado como un medio para seguir sus objetivos en materia de seguridad así como sus metas regionales.
El régimen de Al Saud, que es uno de los principales aliados del Occidente, particularmente EE.UU., en Oriente Medio, aprovechó los vínculos con Israel para obtener concesiones a las potencias occidentales como la garantía de su seguridad.
Entretanto y considerando su visión sectaria respecto al poder en Oriente Medio, Al Saud ha mostrado mayor tendencia a fortalecer los nexos con Tel Aviv cada vez que haya estado en una posición débil ante sus rivales regionales.
En los últimos años, la guerra de Israel contra la franja de Gaza, el contencioso nuclear iraní y recientemente la crisis yemení han sido las áreas en las que Tel Aviv y Riad han tenido intereses comunes, lo que ha aumentado su cooperación bilateral e incluso las relaciones oficiales. Algunos generales israelíes dieron cuenta de relaciones formales e incluso asistencia saudí a Israel en la guerra de Gaza.
En lo referente a la cuestión nuclear iraní, Israel y Arabia Saudí comparten inquietudes, y hasta ahora han realizado muchos esfuerzos para frustrar las negociaciones nucleares Teherán-G5+1 y han dado pasos comunes bajo liderazgo del Occidente.
La unidad Tel Aviv-Riad contra Teherán ha llegado a tal extremo que algunas fuentes informaron en febrero pasado que Arabia Saudí había acordado permitir al régimen sionista utilizar su espacio aéreo para atacar a Irán.
Ahora el conflicto de Yemen es otra área en la que fuentes noticias denuncian una cooperación abierta saudí-israelí. Al Saud esperaba que países como Turquía y Paquistán le ayudasen en la guerra de Yemen, pero esto no se hizo realidad y Yemen se ha convertido en un lodazal para Arabia Saudí.
Bajo tales condiciones, dado que Israel, igual que Arabia Saudí, considera que los acontecimientos en Yemen no favorecen a sus intereses y su seguridad, ha continuado la unidad nefasta Tel Aviv-Riad, pues según algunas noticias el régimen saudí está utilizando oficialmente a pilotos israelíes para atacar Yemen. También hay denuncias sobre el aterrizaje del avión del príncipe heredero saudí en el aeropuerto de Tel Aviv, lo que indica que Al Saud busca ayuda de Israel.